Hace 13 años | Por camachosoft a laprovincia.es
Publicado hace 13 años por camachosoft a laprovincia.es

El ojo del niño es más sensible que el del adulto. Su cristalino, que ejerce de filtro, aún no está funcionando a la perfección, por lo que antes del primer año de vida el cristalino deja pasar el 90 por ciento de la radiación UVA y el 50 por ciento de la UVB, con lo cual llega directamente a la retina. Esto puede provocar serios daños a corto y largo plazo, alertan los ópticos-optometristas de Canarias.