¿Quién no recuerda a su abuelo o su padre dándole un golpe al mueble de la tele cuando se iba la señal y aparecía nieve... y la arreglaba? El mamporro y la colleja solucionaban, misteriosamente, muchos desajustes. Hoy, aquel mundo analógico no existe. Las radios tienen sintonizadores digitales, las televisiones funcionan con TDT, y a los reproductores de CDs no les sirve de nada un golpe. Hemos pasado del golpetazo y tentetieso a un sistema binario en el que la solución es otra: apagar y encender.
Comentarios
Y, a los niños de ahora, nadie se atreve a darles un cachete a ver si vuelven a sintonizar bien.
Pues yo arreglarla no la arreglaré, pero la de hostias que se ha llevado mi tele desde que empezó el mundial...