Hace 13 años | Por --158819-- a cvc.cervantes.es
Publicado hace 13 años por --158819-- a cvc.cervantes.es

Me han traducido al vasco. Siempre que se produce un suceso semejante me llena de asombro. Este año ha sido varias veces: un indio me mandó dos poemas míos en gujarati, un iraní me colgó en persa en su página, el físico rumano Basarab Nicolescu, creador del instituto interdisciplinar CIRET de París, lanzó al aire un poema que le dediqué inspirado en su teoría del «tercero oculto» y, de pronto, empezó a enviarme versiones del mismo, y ya van nueve idiomas.

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D

Clara Janés, a la que tuve ocasión de conocer brevemente hace años, es una mujer dulce y extraordinaria que aprendió checo solo para poder leer a Vladimir Holan en su lengua original y para llegar a conocerlo y hablar con él en su idioma, antes de que muriera, cosa que logró.

El sencillo asombro, la humildad que transmite ante el hecho de verse traducida, es el mismo que transmite en persona y que hizo que un amigo mío le dijera: Clara ¿cómo haces para caminar sin tocar el suelo?.

Ella no respondió, por supuesto.