Aunque el debate de géneros ya parece algo caduco, de este presente que tenemos entre manos sí parece emerger la idea de que la reordenación social, en base a sexo y talento, tiene como reflejo una nueva generación de chicas que vienen pisando fuerte. Sociológicamente, el cambio es evidente: acceso masivo a la educación, implementación de nuevos valores sensoriales, la capacidad de memoria y, sobre todo, la recuperación de la naturalidad sexual contra los dogmas feministas.
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