Hace 14 años | Por MLeon a motorpasion.com
Publicado hace 14 años por MLeon a motorpasion.com

Todos sabemos que la pérdida de la horizontalidad en un coche de forma muy pronunciada puede producir efectos nefastos en sus entrañas. Los líquidos son muy amigos de la Física y cumplen a rajatabla todas sus reglas, sin excepción. El Chevrolet Vega era diferente. General Motors diseñó estos coches con el fin de ser transportados en posición vertical dentro de unos trenes especiales para así ahorrar espacio en los vagones. De unas 18 unidades por vagón (en tres niveles) se pasó a las 30 unidades por cada vagón. Casi el doble.

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