No me gusta cómo aborda esta Jerarquía el tema de la “financiación” ni por lo incoherente con los acuerdos que firmo con el Estado, después del concordato y nada más aprobarse la Constitución (pues se comprometió a autofinanciarse en el plazo de tres años), ni por la forma que tiene de presionar a los gobiernos (prácticamente chantajeándolos para obtener privilegios desproporcionados en un estado aconfesional), ni por la publicidad engañosa con la que anuncia sus campañas “X Tantos” para animarnos a PONER LA CRUZ -que no la otra mejilla-,
Comentarios
El problema no es que, quienes nos confesemos creyentes autoricemos al Estado a entregar a la Iglesia 200 o 300€; el “quid” es que este “donativo” no sale de los impuestos de quienes marcan “religiosamente” una o las 2 casillas, sino de la suma total recaudada y por tanto de la aportación de católicos, ateos, agnósticos o creyentes de otras religiones, cosa que, con una secularización social del 60% y una altísima falta de credibilidad –según el último CIS-, es a todas luces injusto.
Son equis