El nuevo emperador reparó el Coliseo y las calzadas en todo el Imperio, devolvió el poder al senado y restableció la censura, proponiendo como candidato a censor a Valeriano, el futuro emperador; pero este, consciente de los problemas que conllevaba el cargo, declinó el honor. Además Decio trató de asegurarse la sucesión asociando al trono como césares a los dos hijos habidos de su matrimonio con Herenia Etruscila, a la que concedió el título de Augusta.
Comentarios
Roma no paga traidores, solo subvenciones ( tributos dijeron los godos) a quienes luego acabaron con el imperio.
Pues fue precisamente un nido de traidores con el único fin de conseguir la púrpura.