En mitad de uno de los desiertos más grandes del mundo, en el Kalahari, encontramos un oasis muy singular: el Delta del Okavango. Son las lluvias subtropicales, que provienen de Angola central, que atravesando Namibia, llegan hasta Botswana: al río Okavango. Estas crecidas de agua, drenan el gran delta de 15000 km2 a través de un laberinto de lagunas, de canales y de islas antes de desaparecer en las arenas del desierto.