Los teléfonos móviles son hoy más potentes que el ordenador con el que la NASA controló el primer viaje a la Luna. Pueden hacer cosas que hace una década muy pocos imaginaban fuera de la ciencia ficción. Los llevamos constantemente en el bolsillo y a muchos les cuesta ya imaginarse sin poder recibir y enviar llamadas y SMS desde cualquier lugar.
Pues a mí me parece una de tantas aplicaciones de moda pasajera sin mucho sentido. Puede que esto sea cool en New York (léase con voz de pijo) pero a mí me parece algo típico de paletos de ciudad: me explico.
Cada vez abandonamos más las relaciones duraderas y basadas en la lealtad y los sustituimos por contactos superficiales y poses cibernéticas a ver quién tiene la ciberpolla más grande, tiene más amigos virtuales (que el 99% de las veces no tragaría en persona) y ha hecho cosas más guays (no sea que se diga que no molo tanto por hacer lo que todo el mundo hace). Antes molabas si tenías ropa de marca, ahora la nueva tontería es tener muchos contactos y mostrar a todos con tus fotos que eres lo más chachiguaydivertidodelamuertequetecagas (o sea).
Hemos pasado de las aplicaciones sociales como herramienta al abuso de ellas porque sí. Personalmente, me parece que está extremadamente sobrevalorado.
Comentarios
Pues a mí me parece una de tantas aplicaciones de moda pasajera sin mucho sentido. Puede que esto sea cool en New York (léase con voz de pijo) pero a mí me parece algo típico de paletos de ciudad: me explico.
Cada vez abandonamos más las relaciones duraderas y basadas en la lealtad y los sustituimos por contactos superficiales y poses cibernéticas a ver quién tiene la ciberpolla más grande, tiene más amigos virtuales (que el 99% de las veces no tragaría en persona) y ha hecho cosas más guays (no sea que se diga que no molo tanto por hacer lo que todo el mundo hace). Antes molabas si tenías ropa de marca, ahora la nueva tontería es tener muchos contactos y mostrar a todos con tus fotos que eres lo más chachiguaydivertidodelamuertequetecagas (o sea).
Hemos pasado de las aplicaciones sociales como herramienta al abuso de ellas porque sí. Personalmente, me parece que está extremadamente sobrevalorado.