A Rafael Blasco, todavía diputado en Les Corts, le apodaban «el conejo» varios de los imputados en la trama de ayudas a las ONG, según consta en el sumario que instruye la juez Nieves Molina. El escándalo de Cooperación se ha convertido en la particular mixomatosis del dirigente popular. Un animal político cuyo vocabulario gira en torno a un solo vocablo: resistir. Blasco sabe que, como le ocurre a los conejos, flaquear será su sentencia judicial. La carrera política, por otro lado, ya está finiquitada.
Comentarios
Lo echaron de la Liga comunista Revolucionaria, del Psoe , puede que del PP.Un autentico superviviente maestro de la comisión y de robar a ONGs.