Tanto es así, que el viernes 28, día anterior a nuestro regreso a El Cairo, no sabíamos a ciencia cierta si podríamos volver a la capital ya que teóricamente podía suponernos problemas de seguridad. Aquella misma noche intentamos sin éxito hacer mil llamadas a la embajada española para que diera un poco de luz a la situación. El teléfono, supuestamente, era un urgencias de 24 horas. Nuestra inquietud crecía, además, cuando nos enteramos de que un grupo de alemanes fue finalmente evacuado por su gobierno...
Comentarios
¿De qué se quejan si se marcharon de todas maneras?
¿Qué esperaban que hiciera la embajada?