Un equipo de arqueólogos ha descubierto una pequeña gema con un meticuloso grabado de Alejandro Magno en una de sus caras, en Israel. "A pesar de su tamaño diminuto el tallador fue capaz de imprimir el rostro de Alejandro sin omitir casi ningún rasgo". Esto ha sorprendido a los especialistas, que se preguntan si la presencia cultural griega en la Judea de la época, en principio considerada una zona periférica de la civilización helenista, era más extensa y culta de lo que se creía hasta ahora.
Comentarios
Como los arqueólogos del futuro encuentren la postal que me enviaron desde Tailandia, van a considerar que la presencia cultural tailandesa en la España de la época, en principio considerada una zona periférica de la civilización tailandesa, era más extensa y culta de lo que se creía hasta ahora.