Hace 11 años | Por Matroski a elmundo.es
Publicado hace 11 años por Matroski a elmundo.es

Excavaciones arqueológicas en el ex aeropuerto nazi de Tempelhof, al sur de Berlín, sacan a la luz restos de antiguos barracones de trabajadores forzosos del Tercer Reich. "Sólo 30 centímetros por debajo de la hierba se escondían restos de antiguos barracones de trabajadores forzosos", informó hoy el responsable de las excavaciones Jan Trenner.Los estudios llevados a cabo desde julio a octubre en el terreno que rodea el famoso aeropuerto de Berlín han arrojado algo más de luz en el capítulo oscuro de la historia nacionalsocialista..

Comentarios

e

#0 Ya se que es culpa del Inmundo, pero el prefijo -ex sólo se usa para personas que han dejado de ser algo.

En este caso habría que decir "el antiguo aeropuerto de Tempelhof".

iramosjan

Aunque no venga del todo a cuento, Tempelhof hay que verlo para creerlo. El primer aeropuerto concebido como tal desde cero en lugar de ser un batiburrillo de hangares y cobertizos, algo grandioso concebido para impresionar.

Aún hoy sigue siendo el segundo edificio más grande del mundo, solo superado por el Pentágono, y si se hubiera terminado como estaba diseñado en los planos (jamás se terminó, porque el aeropuerto pensado para toda la "Gran Alemania" de los delirios nazis se encontró en 1945 funcionando solo para medio Berlín) hubiera sido algo alucinante: por poner solo un par de ejemplos, su edificio principal es tan alto que los aviones estaban a cubierto de la lluvia bajo su voladizo, y su techo habría estado cubierto de gradas para centenares de miles de público (llevados allí mediante varias torres con ascensores de alta velocidad) porque además de aeropuerto hubiera servido como escenario para esos desfiles y actos de masas a los que eran tan aficionado el liderazgo nazi. Y el pasillo de entrada al hall principal era tan inmensamente alto que después de la guerra se rebajó con un falso techo, al parecer porque incomodaba a la gente.

Y por supuesto, hubiera estado rematado por una gran águila dorada. Hasta ahí podíamos llegar