La historia de las utopías modernas muestra que estas suelen aparecer en momentos catastróficos, de derrota. Sin ir más lejos, la Utopía de Tomás Moro es en buena medida una reacción al desastre de la conquista de América. Del mismo modo, el llamado "socialismo utópico" es una reacción a la contrarrevolución, a la catástrofe política que supuso para los movimientos populares la derrota de Robespierre.