El detenido trabajó 6 meses en la peluquería santanderina, tras marcharse las clientas que él atendía empezaron a preguntar si habían bajado los precios. La dueña del local hizo unas primeras gestiones y comprobó que J.D.M. cobraba a las mujeres que peinaba un precio por encima de lo estipulado, quedándose con la diferencia.
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a ese que lo detengan