Los responsables de la empresa se habían negado a aceptar envíos del NPD, alegando que no querían ser cómplices de hacer llegar esa propaganda política a los hogares alemanes. El partido neonazi había llevado a los tribunales la negativa de la empresa a suscribir un contrato para la distribución de su revista 'Klartext', que tiene una tirada de 200.000 ejemplares repartidos fundamen