Publicado hace 12 años por JorgeGadea a yelseptimodiafutbol.wordpress.com

En 1943, Richmond, Virginia, no era el lugar que un niño negro hubiera elegido para nacer. Al igual que en casi toda la mitad sur de Estados Unidos, la segregación racial hacía estragos, privando a los afroamericanos de los principales derechos civiles. Evidentemente, las escuelas para negros estaban infradotadas. Y aún así, la comunidad afroamericana consiguió progresar. En Richmond, un joven miope iba a convertirse en un ejemplo para todos sus conciudadanos.