El mercado está inquieto sobre el futuro de algunas economías de la Eurozona. Los inversores se han lanzado a la compra de bonos alemanes en una muestra de confianza en la locomotora económica de la región. Al contrario, deshacen posiciones en bonos españoles -en máximos de rentabilidad en seis meses-, irlandeses, italianos, portugueses y griegos.
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¿De esos bonos no se aprovechaba todo?