Hace 17 años | Por --45382-- a prensa.com
Publicado hace 17 años por --45382-- a prensa.com

Este escrito no es provocación ni ofensa al sentimiento religioso del creyente. No cuestiono la espiritualidad individual porque apoyo la libertad de cada persona a poseer creencias de cualquier índole. No desafiaré, por tanto, la existencia de una supuesta divinidad. Al fin y al cabo, no solo la considero absurda, sino intrascendente. Deseo demostrar que tanto la génesis como la perpetuación del concepto de dios se han utilizado en contra y no a favor de la humanidad.

Comentarios

malcubo

Curioso el fin:

El autor es médico

¿Y que tendra que ver? Por sus afirmaciones quedaria mejor que fuera un antropologo, sociologo, historiador o filosofo, pero ¿medico?

hiroko

La idea de un Dios-Padre que acoge nuestro espíritu para una nueva vida después de la muerte, puede resultar emocionalmente tranquilizadora (históricamente,=paz social).
La idea de un Dios bondadoso que suaviza y comprende nuestras penas sobre la tierra, mediante la fe se convierte en el consuelo de las situaciones extremas (=paz social).
Pero la lista de comportamientos y requerimientos -dominación sobre la población creyente y, durante el feudalismo, dominación a secas, sobre los países, las personas y sus bienes- que la Iglesia propone para obtener de Dios ese amor, en buena parte pone en duda su cualidad de Padre. Y la amenaza última de distribución entre cielo e infierno muestra de plano que el conjunto de condiciones son artículos penales de los que Dios es el legislador y el juez inapelable; incompatible ese desempeño con el rol de un Padre.

Sin embargo es más que nunca válida, necesaria y ética la proposición de Jesucristo, 'amaos los unos a los otros'.