Los firmantes debería dilucidar primero si quieren encarrilar su alegre e ilusionada rebeldía por la vereda constitucional, en cuyo caso deberían constituir un partido que tuviera como presidente de honor a Baltasar Garzón y como secretario general a Teddy Bautista, que ha demostrado ser un eficaz gestor para tiempos de crisis. Los indignati sabrán hacer la vista gorda si los imputados están con ellos...