Se enlazan dos documentales sobre los momentos previos e iniciales de la Transición, en los que gran parte de la población luchaba muy activamente y con ilusión por construir democracia a nivel local sin apoyo de las instituciones. Una ilusión quizá demasiado alta frente a lo que las élites de la época ofrecieron tras la muerte del dictador.
Si os estáis preguntando quién ha prohibido esos documentales y por qué, no os molestéis en hacer lo que yo y entrar en el meneo. Todo lo que dice sobre ello es "La emisión de la mayoría de estos documentales fue prohibida en su momento (incluso una vez muerto el dictador)".
Vamos, que eso de llamarlos "prohibidos" en mi opinión no pasa de ser un mero truco publicitario.
Y por cierto, me llamó la atención lo que dicen de que "A medio camino entre el documental y el reportaje, trata de mostrar la propaganda electoral como un producto comercial alejado de una ciudadanía que presentó unos niveles de abstención inesperados".
Pues bien, la participación en las elecciones de 1977 a pesar del miedo (eran las primeras y muchos esperaban que hubiera violencia de ultraderecha, o hasta un golpe de estado) fue de nada menos que del 78,83%, y en Cataluña donde se rodó el documental aún un poco mayor, del 79,54%. Este es un país libre y uno tiene derecho a sus propias opiniones, pero no a sus propios hechos.
Comentarios
Si os estáis preguntando quién ha prohibido esos documentales y por qué, no os molestéis en hacer lo que yo y entrar en el meneo. Todo lo que dice sobre ello es "La emisión de la mayoría de estos documentales fue prohibida en su momento (incluso una vez muerto el dictador)".
Vamos, que eso de llamarlos "prohibidos" en mi opinión no pasa de ser un mero truco publicitario.
Y por cierto, me llamó la atención lo que dicen de que "A medio camino entre el documental y el reportaje, trata de mostrar la propaganda electoral como un producto comercial alejado de una ciudadanía que presentó unos niveles de abstención inesperados".
Pues bien, la participación en las elecciones de 1977 a pesar del miedo (eran las primeras y muchos esperaban que hubiera violencia de ultraderecha, o hasta un golpe de estado) fue de nada menos que del 78,83%, y en Cataluña donde se rodó el documental aún un poco mayor, del 79,54%. Este es un país libre y uno tiene derecho a sus propias opiniones, pero no a sus propios hechos.