En unas maniobras llevadas a cabo con máxima discreción, investigadores de la Estación Biológica de Doñana (CSIC) han puesto a punto aviones no tripulados, drones, para perseguir a los furtivos. Estos cazadores al margen de la ley siguen siendo una amenaza para el Parque Nacional, reducto de especies únicas como el lince ibérico y el águila imperial, además de lugar de cría para miles de aves europeas y africanas. En septiembre, la Guardia Civil detuvo a dos personas que entraron de noche al espacio natural con una escopeta del calibre 12.
Comentarios
Lastima que no llevaran armamento
Que patada en los cojones tienen
Y yo imaginándome que los cazaba de verdad
Saludos