Dos buenas hostias bien dadas, así es como muchos aún ven las agresiones policiales, por triste e injusto que parezca. Aunque se cuente ya como chiste popular, los guantazos a mano abierta de la Guardia Civil fueron asunto cotidiano, rutina y realidad aceptada durante años. Relacionadas: Un policía da un puñetazo en la cara a una joven y se va