Partiendo de lo cotidiano y en relación con el "monstruo" Fritzl, se introduce una interesante reflexión sobre el objeto de la novela contemporanea: "Esas son las dos nueces que me gustaría apretar en el puño de una novela: Wittgenstein y Hitler. / ¿Cuál se cascaría antes? ¿Cuál lograría abrir contra la otra? ¿Tú que crees? / ¿Se puede contar lo real, lo que de verdad ha pasado, lo que existe de verdad?". Un poco larga la entrada, pero al menos un punto de reflexión sensata en un periodismo demasiado centrado en los hechos.
Comentarios
Liteatura ... lastima que no tengo ninguna mesa coja