Pudiera parecer a primera vista que esta historia no se acomoda del todo a la línea de esta bitácora de naturalista. Pero es sólo una impresión falsa pues este cuento – pese a ser una historia absolutamente real es también un hermoso cuento- nos narra la fabulosa aventura ,con triste final, de una persona que imbricó su vida con la naturaleza de la que se quedó prendado. Y lo hizo hasta tal extremo que pasó a formar parte de ella con todas sus consecuencias. Es la historia de un ecologista, humanista y artista que decidió vivir su vida de fo...
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Cuánto sufrimos todos los que amamos la naturaleza con lo del Prestige, fue todo absolutamente dramático. En la Costa da Morte cuentan que la gente estuvo con las persianas bajadas semanas enteras. Y el pobre Man... qué decir, más lo que ya sabemos todos: que dan ganas de estrangular a más de uno. Estuve hace poco en Camelle y es asqueroso y denigrante ver el estado de conservación en el que está la Obra de Man. Y la casa esa de la anticultura que le hicieron... Parece un centro cívico de barrio, más cutre imposible. No hay respeto por nada, y después nos vienen con exigencias. Cada vez odio más a los políticos y a sus secuaces, son auténticos cánceres para la paz, el ecosistema y el equilibrio vital.
Yo recuerdo a Man, y es muy cierto que el jamás pisaría la "Casa del Alemán" y que aún muerto y habiendo sido la persona que más hizo porque Camelle fuese conocido, siguen sin tenerle ningún respeto ni a su obra (lo que queda de ella) ni a sus deseos.