Los 250 niños elegidos para Roland Garros han de pasar varias pruebas antes de ser aceptados. Hay que tener entre doce y dieciséis años (nacidos entre 1995 y 1998), medir menos de 1,75 metros, no llevar gafas ni lentes de contacto como medida de seguridad. Se les prepara de noviembre a enero y se les realiza dos pruebas físicas ya que se pegan varias carreras durante un partido. Los mejores, los que superan los exámenes (400), tienen un stage de febrero a abril para aprenderse al dedillo el funcionamiento y las técnicas del recogepelotas
Comentarios
Antes de que se me adelante algun progre, lo digo yo: Mas duro es ser monaguillo
#1 pues ser "tocapelotas" ni te cuento...
pobre niño