A veces, la evolución encuentra formas violentas, pero muy eficaces, para garantizar la procreación de una especie. Un sorprendente ejemplo es la agresiva estrategia reproductiva de la araña 'Harpactea sadistica', cuyos machos agujerean el abdomen de las hembras para fecundar los óvulos en su interior.
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Con seis palabras: LOL.