Basilio II, "El asesino de búlgaros", venció a los búlgaros del zar Samuel, que no estuvo presente, en la batalla de Kleidion. La victoria bizantina fue total y el número de prisioneros búlgaros rondó los catorce mil. Y aquí es cuando Basilio se ganó el terrible sobrenombre. Según la leyenda mandó dejar ciegos a noventa y nueve de cada cien prisioneros. La excepción de esta centena debía dejarse tuerto y su cometido era guiar al resto de sus compañeros de vuelta a casa.
Comentarios
Lo sé, por eso lo he avisado en el primer comentario.
Hace un par de años se mandó esta: Un ejército de 15.000 ciegos dirigidos por un tuerto
Un ejército de 15.000 ciegos dirigidos por un tuer...
loquepasaenrlmundo.blogspot.com#1 Si la otra ya no existe, esta no deberian votarla duplicada