Publicado hace 15 años por Intronauta a exapamicron.wordpress.com

Arthur Conan Doyle no dependía únicamente de su imaginación para forjar las inquietantes tramas y enigmas con los que se enfrentaba su más célebre personaje, Sherlock Holmes. Muchas veces fue la propia realidad la que inspiraría su obra de ficción, pues lo cierto es que, requerido por periodistas o por la policia, y a veces por personas acusadas de algún delito, si no por iniciativa propia, intervino en la investigación de muchos casos criminales no sólo en Gran Bretaña, sino en Estados Unidos y Sudáfrica, como el caso de Moat House.