El mar de Galilea es un caso de mar con desagüe. Desagüe que conserva el nombre del tributario, Jordán, e incluso el calificativo de río, aunque sea un río salado... Realmente es un caso raro, porque lo normal es que la existencia de un desagüe permanente contribuya a la completa eliminación de la sal. Si esta masa de agua se mantiene salada es porque el clima es seco y caluroso (lo que provoca una evaporación intensa), y porque el río tributario tiene escaso caudal.