Les llamaremos los Rodríguez. Son un matrimonio con dos hijos en edad escolar. El padre trabajaba en una fábrica de suelo de cerámica y la madre era ama de casa. Con las horas extra del señor Rodríguez superaban los 2.500 euros de ingresos al mes. Se compraron un piso de 350.000 euros, con una hipoteca de 1.100 € al mes. Los niños iban al comedor del colegio, a baloncesto y a inglés. Vestían buena ropa, compraron televisor de plasma y ordenador. Pero ahora los Rodríguez no tienen ni para comer. Ellos son los nuevos pobres