El deporte tradicional japonés cruza fronteras. Polonia, Estonia, Bulgaria e incluso Italia empiezan a formar a sus propios luchadores. El sumo empieza a prender con fuerza en los países del Este, como Estonia, Bulgaria, Rusia o Azerbayán. La Unión Europea de Sumo cuenta con 28 miembros e incluye países como Italia, Francia o Portugal, pero no España, que todavía parece inmune a la fiebre de la lucha tradicional japonesa. La Federación Polaca, surgió en 2003 y ya tiene 60 clubes y más de 1.000 miembros.