La próxima instalación de una planta de tratamiento de basuras en O Irixo (Orense) ha puesto en pie de guerra a las comarcas de Carballiño y del Deza. Agricultores y ganaderos que elaboran productos ecológicos, así como comerciantes y hosteleros temen por sus negocios. La Junta de Galicia estima que la incineradora creará 250 empleos, pero los vecinos anteponen su temor a una posible contaminación de la zona.