La malicia de la expresión no radica en que afirme que el ciudadano medio ha especulado y consumido como un auténtico salvaje, como si le fuera en ello la felicidad y la vida entera, lo cual es completamente cierto. El problema está en la asociación nada inocente que se establece entre un poder de consumo elevado y una alta calidad de vida, exhibiendo como objeto de deseo el llenar una vida vacía con un armatoste con ruedas de alta gama o ir tapando las miserias del día a día comprando electrónica de diseño.
Comentarios
!! Hasta los "guevos de que me digan que he vivido por encima de mis posibilidades!! Nadie me dijo nunca cuales eran "mis posibilidades".
#1 Tienes hipoteca y BMW?