Hace 13 años | Por MLeon a physorg.com
Publicado hace 13 años por MLeon a physorg.com

Aquel domicilio parecería la casa de los horrores. Cabezas disecadas y cráneos de orangutanes, leones, osos y otros animales con las mandíbulas abiertas, como si los pobres pudieran atacar a alguien. En realidad era todo lo contrario, la verdadera amenaza para esta fauna protegida fueron quienes los cazaron y querían comerciar con ellos. Una pretensión que se ha visto frustrada gracias a la operación policial que ha descubierto cientos de restos de animales en el barrio de Parramatta, en Sidney (Australia). En español en el primer comentario.

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