En los niños con esta malformación, la abertura de la uretra no está en la punta del pene, sino más abajo –en su base– o incluso más atrás, en el escroto. La solución habitual es realizar cirugía a una edad temprana. Sin embargo, incluso cuando se corrige de esta manera, pueda provocar consecuencias médicas, psicológicas y sexuales a largo plazo