Estrés, dolor de cuello y espalda, fatiga visual... Todas son, según la última Encuesta Nacional de Condiciones de Trabajo elaborada por el Ministerio de Trabajo, dolencias que los empleados consideramos que se derivan de nuestro trabajo, es decir, las consideramos "enfermedades profesionales". La legislación vigente —una de las más restrictivas de Europa— deja fuera la mayor parte de las dolencias que los trabajadores asociamos con nuestra labor. El sector con un estado de salud más precario es el del transporte y las comunicaciones.