La familia entera llevaba varios días vigilando la evolución del diente. Un incisivo central inferior. El primero que se le movía. A casi todos sus amigos se les había caído ya algún diente, incluso a algunos ya varios, mientras que los suyos seguían fijos como si les hubieran puesto cemento. Y no paraba de preguntar cuando se le iban a caer a él, temeroso de que no fuera a ocurrir nunca.
Jajaja... esto pasó en mi casa hace 15 días. Vaya dramón para el peque. Obviamente para los padres no, porque sabemos que Ratoncito Pérez ya está acostumbrado a que pasen estas cosas y que entonces, simplemente con dibujar un diente y dejarlo bajo el cojín, es más que suficiente para que este deje su recompensa.
Al fin y al cabo los dientes son los que son y Ratoncito Pérez ya sabe desde principio que el número de obsequios que deberá dejar por niño, corresponde exactamente con su número de dientes.
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Jajaja... esto pasó en mi casa hace 15 días. Vaya dramón para el peque. Obviamente para los padres no, porque sabemos que Ratoncito Pérez ya está acostumbrado a que pasen estas cosas y que entonces, simplemente con dibujar un diente y dejarlo bajo el cojín, es más que suficiente para que este deje su recompensa.
Al fin y al cabo los dientes son los que son y Ratoncito Pérez ya sabe desde principio que el número de obsequios que deberá dejar por niño, corresponde exactamente con su número de dientes.