Si revisamos la cronología de lo acontecido en los último años, desde la desaparición, primero del Grupo Marsans en 2010, y la posterior de Orizonia en 2013, solo quedaron dos grandes grupos verticales en el panorama de la turoperación española, Globalia y Barceló, con similares modelos de negocio y un Grupo Piñero que jugaba con una estrategia distinta a la de sus competidores.