Hace 12 años | Por Doppelganger a revistanamaste.com
Publicado hace 12 años por Doppelganger a revistanamaste.com

A los seis años, los padres de Marta Eugenia descubrieron que era diferente. Les había tocado una niña especial: Una superdotada (con un cociente intelectual de 218). Algo, que bien encaminado puede ser un don, y mal dirigido, una desgracia. (...) Al regresar a España decidió aplicar sus conocimientos al cerebro humano. Creó un método propio de estimulación intelectual y dirige una empresa de desarrollo del aprendizaje y estimulación de las capacidades del cerebro humano.