Publicado hace 15 años por leeme a micarreralaboralenit.wordpress.com

Los selectores no somos clarividentes, bah! al menos yo. Si fuese clarividente la entrevista personal consistiría en cerrar mis ojitos y pasar los dedos por sobre la foto del postulante. Pero como por ahora no tengo estos poderes (ni me interesa) me guío, además de lo que el entrevistado dice, en cómo lo dice y en cómo gesticula. Es un “todo”. Lamentablemente a veces nuestras competencias blandas (cualidades personales) que, se leen mediante el comportamiento gestual, son los que a menudo nos hacen perder oportunidades laborales.

Comentarios

D

#1 Tienes toda la razón: hay entrevistadores buenos y malos.
La diferencia la puedes notar en la experiencia; si la persona tiene tablas irá a lo relevante para la entrevista y si es pardillo/a le podrás identificar por irse derechito a hacer preguntas personales (que no han de venir al caso) o a meterte "presión" para ver cómo reaccionas.
Entre los malos, tienes a los que a pesar de la experiencia, no conocen el oficio o lo usan para halagar su baja autoestima y los super-junior con contratos precarios, que les ponen a hacer tropecientas entrevistas diarias sin preparación ni apoyo.

pablicius

Cuando leo este tipo de artículos siempre se me viene algo a la cabeza: ¿no hay entrevistadores buenos y malos igual que candidatos buenos y malos? Esa intuición superlativa para penetrar hasta el fondo del alma del candidato con la primera mirada y los dos primeros gestos... ¿le sobreviene a uno en cuanto lo contratan en un departamento de RRHH? ¿Todos la tienen? O más bien... ¿habrá también entrevistadores que no se enteran de lo que tienen delante, que entrevistan a un futuro premio Nobel y lo dejan pasar porque no les gusta el color de los botones de la camisa o el gesto de los labios al pronunciar la j? ¿Nunca nadie se ha tropezado en una entrevista con un pichafloja arrogante que descarga sus complejos gracias a su momentánea y supuesta posición de superioridad?

(Lo digo porque en una entrevista me encontré con un entrevistador que tenía toda la gestual que aquí describen: desinteresado, torcido en la silla, sin mirarme... y la primera pregunta que me hace es Dime por qué debería contratarte a ti y no al otro que está allí fuera esperando. No era ningún externo, ni nada de eso, era un tipo de plantilla de RRHH de una multinacional).