El humor es ese género al que cualquiera cree que puede hincarle el diente. Así lo creen los chistosos televisivos, los imitadores profesionales o esos hombres de cara marrón que se pegan con velcro a las barras de los bares; también los escritores tildados de serios están convencidos de que el humor se hace con la gorra y a veces se ponen graciosos, aunque lamento decir que la mayoría de esas veces la cagan, porque el humor es un don con el que se nace, y que brota del defecto más que del virtuosismo, del oído más que de las lecturas...
Comentarios
De vez en cuando los columnistas de El País (sobre todo las señoras) se leen un libro. Y lo cuentan. Las memorias de Gila son muy buenas y Gila muy gracioso; el artículo que lo dice de una forma roma y moñoña muchas veces sin extraer ninguna conclusión ni enseñanza, una puta castaña.