Es imposible escribir la historia reciente del caciquismo, el ladrillazo y la corrupción madrileños sin Miguel Blesa. Es imposible, por ejemplo, explicar el tamayazo sin partir de que Rafael Simancas, quien iba a ser el presidente madrileño al perder en las urnas Esperanza Aguirre la mayoría absoluta del PP, anunció públicamente que Blesa no continuaría al frente de Cajamadrid. Tamayo y Sáenz huyeron, Esperanza Aguirre fue elegida presidenta autonómica y Miguel Blesa continuó al frente de Cajamadrid.
Comentarios
La corrupción en torno al ladrillo formó parte de una cultura del poder demasiado extendida en Madrid. Y la Cajamadrid presidida por Blesa (y luego por Rato) estaba en su centro: no era el único actor pero sí un actor principal sin el cual habrían sido imposibles el saqueo de Madrid (sólo comparable al del País Valencià y acaso al de Baleares y Murcia) y su destrucción económica, territorial y también democrática.
#1 Creo que Blesa era una prolongación más alta pero igual de gris, de Aznar, la connivencia era plena, y lo más triste es que ambos ya eran "anodinos" en calidad de opositores al cuerpo de Inspectores de Hacienda del Estado, como también eran símbolo de la derecha extrema de la época, lo digo porque me consta.
Hoy, más que por los silencios, siempre malos, prefiero optar por el posible revulsivo que pueda suponer un Auto que mete a Blesa en la cárcel, aunque sean unas horas, porque de esa actitud puede surgir un nuevo comportamiento y conciencia social capaz de juzgar a los banqueros y políticos corruptos.
¡Y que le fastiden la boda! no hay prisas, además ya estuvo casado, ahora que espere a resolver otras cuestiones más importantes... si es que pudiera hacerlo porque esas cuestiones son varias.