Hace 12 años | Por --315889-- a agenciasinc.es
Publicado hace 12 años por --315889-- a agenciasinc.es

Un estudio de la Universidad de Jaén pone de manifesto la falta de protocolos sanitarios para la prevención de la tentativa suicida en España. El autor explica que las actuaciones sanitarias, tras una tentativa suicida eran, en su mayoría “dar el alta médica, después de la aplicación del protocolo de urgencias para curar o salvar su vida”

Comentarios

Malverro

#2 Hombre, la responsabilidad recae en el suicida, digo yo.. Y si, bueno, puedes meterlo en una celda acolchada y untarlo a pastillas, pero vamos, yo creo que el problema de incremento en las tasas de suicidio, es problema de vivir en una sociedad enferma, no de la falta de protocolos. Precisamente, lo de no dejar a la familia entrar, es por protocolo y es absurdo. No se, a veces, más que de protocolo, creo que es mejor tirar de sentido común porque en cosas de estas, cada caso es un mundo.

Malverro

No creo que sea cuestión de protocolos...

aneurysm

#1 Pues yo si creo que deberían aplicarse algún tipo de protocolo para esas ocasiones. Un caso que me a afectado a mi:
Una persona de mi familia, que estaba pasando por un muy mal momento, intento suicidarse. Por suerte llego la ambulancia enseguida, le llevaron al hospital y le salvaron. El problema vino despues, dejaron a una persona que había intentado suicidarse en el Box, sin nadie vigilándole, a 2 metros de la salida. A la familia no se nos permitia entrar a verle nada más que unos minutos para ver como estaba, la persona aprovecho el momento que no habia ningún familiar con el para escapar descalzo del hospital. Por suerte no volvió a intentar a hacerlo esa noche y al día siguiente apareció por su casa hecho unos zorros. Si en ez de pasarse toda la noche dando tumbos por las calles le da por volver a intentar suicidarse, ¿sobre quien recaería la responsabilidad?
Por eso que en estos casos si debería haber un protocolo especial, dado que esas personas en esos momentos no son conscientes de lo que hacen.

Perdón por lo larga que ha sido mi anécdota.