España gestionará desde finales de este año el primer sistema de predicción de alerta de tormentas de polvo y arena en el Sahara y el Magreb, con el que se podrá pronosticar hasta con cinco días de antelación estos fenómenos y alertar a las poblaciones de la región. El sistema es similar al liderado por China en Asia y por América en Canadá y se basa en la observación de la atmósfera mediante satélites, y fotómetros solares que serán instalados en los próximos meses en Egipto, Túnez, Marruecos y Argelia.