España es, junto con Grecia y Eslovenia, uno de los países de la Unión Europea que acepta menos solicitudes de asilo. En 2008, España concedió protección internacional únicamente al 5% de los demandantes (215 de un total de 4.325) y rechazó al 95% restante, según los datos difundidos hoy por la oficina estadística comunitaria, Eurostat.