Hace 10 años | Por mecania a blogs.elconfidencial.com
Publicado hace 10 años por mecania a blogs.elconfidencial.com

Uno de los requisitos que se exigían a los candidatos en las viejas oposiciones a fiscal era que carecieran de ‘vicios vergonzosos’. Otra exigencia tenía que ver con la moral pública. Y en este sentido, se precisaba que nadie podía optar a una plaza de fiscal siempre que hubiera cometido ‘actos u omisiones que, aunque no penables, le hagan desmerecer en el concepto público’. O lo que es lo mismo, no sólo había que apartar de la función pública a quienes tuvieran algún reproche penal, sino también a quienes lo merecieran por su comportamiento...