El discurso del maltratador es el mismo que el del padre que defiende el cachete: “lo hago porque te quiero”, “Me duele más a mí que a ti”, “¿No ves que es por tu bien?”. No sirven de nada las campañas de concienciación, ni los cursos de reeducación del maltratador si no se percatan ellos mismos de que su comportamiento es cruel y dañino. Si queremos cambiar esta tendencia destructiva, debemos hacer hincapié en la implantación de una educación respetuosa, apegada y sin violencia.Relacionada: Excusas para pegar a mi hijo
Comentarios
La cuestión es que no toda la gente somos psicólogos o tenemos conocimientos sobre pedagogia y nos defendemos en el dificil arte de la educación como podemos, también me parece importante dejarse guiar por los profesionales, ahora lo dificil es ejercer como tal, un pianista me puede dar una clase magistral de piano que seguramente no tendré ni la capacidad ni la paciencia para tocarlo medianamente bien si no es con muchisimo tiempo de ensayo.
Yo por mi parte he optado por educar a mi hijo de una forma natural, como yo y mujer creemos que es natural, teniendo en cuenta los consejos que nos dan nuestros propios padres y tambien aquellas cosas que a mi no me gustaron en mi educación desde la prespectiva que tengo hoy en dia, paso de modas y de estudios psicológicos que de aqui a dos décadas pueden variar, de hecho la mente humana es todavia un territorio a descubrir.
Yo creo, CREO, que un cachete en el culo cuando el niño se pasa tres pueblos no le va a traumatizar.
Estoy de acuerdo con #1 y #2. Me pregunto cuantos de estos autodesignados expertos ha intentado educar "respetuosa, apegada y pacificamente" a un salvaje de 4 años que será pequeño pero de idiota no tiene un pelo.
Un caso verídico, presenciado por menda: he visto a un niño correr como loco hacia un cruce; el padre le detiene, "respetuosa y apegadamente" y le coge de la mano ¿Respuesta? El cabrón del niño se deja caer como un peso muerto. Y ahí se quedó el padre desesperado, con el carrito y todos los bártulos en una mano y el nene colgando de la otra, esperando a que se viera obligado a soltarlo. Y encima con una cara de listillo que hacía que te subiera la tensión a 1000...
A quienes equiparan el cachete con el maltrato, me gustaría preguntarles por qué no hacen lo mismo con otros castigos (¿Cómo llamaríamos a encerrar a una mujer en su cuarto hasta que nos diera la gana dejarla salir o a ponerla de cara a la pared?) o por qué no equiparan la reprimenda con el abuso verbal y el bullying.
Y si lo hacen ¿De verdad creen que se puede educar sin cachetes, sin castigos de ningún tipo, y sin reprimendas verbales? Porque si piensan que basta con el ejemplo es que no han visto un niño en su vida...
#3 Yo con algunos padres y madres me quedo flipado en los parques, típico niño que se sube al tobogán se queda en las escaleras impidiendo el paso a otros niños (aposta) y el padre que no le dice nada en plan "mi hijo es el puto amo y hace lo que le salga, que he leido en un libro que hay que desarrollar su autoestima" en vez de recriminarle su actitud y en caso de que no te haga caso le fuerzas a bajarse y punto que yo creo que es lo natural ¿no?.
A mi me parece repugnante seguir igualando el cachete puntual con los malos tratos. Por mucho que insistan, NO, no es lo mismo.