Casa Buades, propiedad del grupo Teka, presenta un expediente de regulación para sus 173 trabajadores. La multinacional alemana, con factorías en Hungría y China, se encuentra estrechamente vinculada a Mallorca a través de su propietario, Klaus Graf, quién además posee la aldea de Biniagual y la concesión de los amarres en el exclusivo Puerto Portals. De esta forma, se pone fin a más de un siglo de historia, de esta emblemática fábrica mallorquina.
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Primero fueron los zapatos de Inca, luego las perlas de Manacor, para continuar con los quesitos de Menorca y ahora los grifos de Binissalem. ¿Queda alguna fábrica por sacar su producción fuera de las islas Baleares?