Lo que hace el gobierno israelí parece un experimento de hasta dónde puede explotar, denigrar y manejar a un pueblo a su antojo. Y si alguno se queja y explota, es un terrorista, claro.
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Lo que hace el gobierno israelí parece un experimento de hasta dónde puede explotar, denigrar y manejar a un pueblo a su antojo.
Y si alguno se queja y explota, es un terrorista, claro.